Al diseñar un sistema de adsorción, la densidad del carbón activado es un parámetro importante, ya que afecta a la masa y el volumen de carbón necesarios para una aplicación concreta. La densidad del carbón activado puede dividirse en dos tipos.
Densidad aparente.
Es la masa de carbón activado por unidad de volumen, incluidos los huecos entre las partículas. La densidad aparente depende de factores como el tamaño de las partículas, su forma y el grado de compactación. El carbón activado granular (CAG) suele tener una densidad aparente de entre 0,4 y 0,6 g/cm³, mientras que el carbón activado en polvo (CAP) puede tener una densidad aparente ligeramente inferior, de alrededor de 0,38 g-0,45 g/cm3, y el carbón activado columnar de 0,45 g-0,65 g/cm3 y el carbón activado granular tienen esencialmente la misma densidad.
Densidad real (también conocida como densidad esquelética o densidad sólida).
Es la masa por unidad de volumen de carbón activado, excluyendo los huecos entre partículas y los poros dentro de las partículas. La densidad real viene determinada por la materia prima y el proceso de activación. La densidad real del carbón activado suele oscilar entre 2,0 y 2,2 g/cm³ (125 y 137 lb/pie³).