El carbón activado, un adsorbente versátil y potente, se fabrica a partir de una variedad de materias primas ricas en carbono que influyen significativamente en sus propiedades e idoneidad para diferentes aplicaciones. Estas son las principales materias primas utilizadas en la producción de carbón activado:
Madera
La madera, tanto la dura, como el roble, como la blanda, como el pino, es una fuente común de carbón activado. Este tipo de carbón activado es especialmente útil en aplicaciones que requieren la eliminación de grandes moléculas orgánicas y color de las soluciones debido al mayor tamaño de sus poros.
Cáscaras de coco
La cáscara de coco es uno de los materiales más populares para fabricar carbón activado debido a su alto contenido en carbono y a la excelente estructura de sus poros. El carbón activado derivado de la cáscara de coco es muy eficaz para purificar el agua y el aire, y también se utiliza en la recuperación de metales preciosos como el oro. Esto se debe a su alta densidad de microporos, que lo hacen ideal para atrapar contaminantes de pequeño tamaño molecular.
Carbón
El carbón, incluido el bituminoso, el subbituminoso y el lignito, es otra fuente importante. El carbón activado a base de carbón es apreciado por su alto volumen de mesoporos y macroporos, lo que lo hace adecuado para aplicaciones industriales como el tratamiento de aguas residuales, la purificación de gases y la recuperación de disolventes.
Bambú
El bambú es una fuente cada vez más popular de carbón activado, especialmente en Asia. Crece rápidamente, lo que lo convierte en una opción sostenible, y produce carbón activado con propiedades de adsorción únicas, apto tanto para la purificación del aire como del agua.
Cáscaras de nuez y huesos de aceituna
Varias cáscaras de frutos secos, como las de nuez, melocotón, albaricoque y azufaifo (dátil chino), junto con los huesos de aceituna, ofrecen una gran superficie y suelen utilizarse para producir carbón activado adaptado a procesos específicos de adsorción y refinado químico.
Turba
La turba, un tipo de suelo orgánico, se utiliza con menos frecuencia, pero puede transformarse en carbón activado. Es especialmente eficaz para decolorar el azúcar y otros productos alimentarios.
Cada materia prima aporta características únicas al producto final, que influyen en la estructura de los poros, la capacidad de adsorción y la reactividad del carbón activado, por lo que la elección de la materia prima es crucial en función de la aplicación prevista.